24 mar 2014

Almadén y sus minas de mercurio

En esta ocasión os voy a llevar a Almadén, donde visitaremos sus famosas minas de mercurio.

Almadén es un municipio situado en el oeste de la provincia de Ciudad Real, en unos parajes naturales de gran belleza, y cuyo desarrollo ha estado ligado, principalmente, a la explotación del mercurio.


Antes de que nos adentremos en Almadén, subiremos a la Ermita de la Virgen del Castillo para que observéis la belleza del entorno. Situada a unos 700 metros de altitud, esta ermita fue construida en los restos de un antiguo castillo árabe de la época de la Reconquista. Desde este magnifico enclave se divisan tres comunidades autónomas: Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura.

Entrada al recinto fortificado de
la Ermita de la Virgen del Castillo

Torre campanario

Ermita y casa de los guardeses

Vista del pueblo de Chillón situado hacia el norte

Vista hacia el oeste

Vista hacia el oeste. Al fondo el embalse de La Serena

Vista hacia el sur

Vista hacia el sur

Vista de Almadén situado hacia el este

Vista de Almadén. En primer plano el Parque Minero

Una vez en el casco urbano de Almadén, podemos observar que el trazado urbano está recorrido por varias calles que van de este a oeste, uniendo los dos lugares mas emblemáticos de la localidad: La plaza de toros y el Parque Minero.

Tomaremos como punto de partida de nuestra visita la Plaza de Toros, única en el mundo por su forma hexagonal, y que está considerada como una de las plazas de toros mas antiguas de España, cuya construcción data de 1752. Desde 1979 está declarada Monumento Histórico Nacional, y en la actualidad es un magnífico hotel de cuatro estrellas.
En la planta baja de la Plaza de Toros está ubicado el Restaurante El Trapío, que tiene una terraza en los propios tendidos de la plaza, desde el cual se tienen unas magníficas vistas del ruedo.

Exterior de la Plaza de Toros

Entrada principal de la Plaza de Toros

Exterior de la Plaza de Toros

Interior de la Plaza de Toros. Restaurante El Trapío

En la plaza Waldo Ferrer, situada frente a la Plaza de Toros, hay un monumento homenaje al minero de Almadén y su comarca.

Monumento al minero

Abandonaremos la plaza Waldo Ferrer por la calle Mayor, que es la vía principal de la localidad, donde nos encontraremos con la Iglesia de Parroquial Nuestra Señora de la Estrella, construida en 1747 con las limosnas de los mineros.

En la plaza de la Constitución, donde está situado el ayuntamiento, confluyen la calle Mayor y la calle Antonio Blázquez, paralelas entre sí. Continuamos nuestro recorrido de este a oeste por la calle Mayor de San Juan, donde en su último tramo encontraremos el edificio de la Academia de Minas, construido en 1781 y actualmente en obras, que es la escuela de minas mas antigua de España y la cuarta del mundo, creada según cédula real de Carlos III en 1777.

Un poco mas adelante está la Casa de la Inquisición y de los Fúcares, de la cual os hablaré mas adelante, y al final de la calle están la Iglesia de San Sebastián y la Casa de la Superintendencia, del siglo XVIII, que era la casa destinada a vivienda de los superintendentes de la mina y a oficinas de contabilidad y pagos, de la que sólo quedan el cerramiento y la puerta principal.

Restos Casa de la Superintendencia

Desde este punto, bajaremos hasta el Parque Minero, principal atractivo turístico de nuestra visita a Almadén.

Centro Visitantes Parque Minero de Almadén

El yacimiento de mercurio de Almadén, formado hace unos 430 millones de años, es el mayor yacimiento conocido en el mundo hasta la fecha, estimándose que ha producido la tercera parte del mercurio consumido por la humanidad, habiéndose extraído de su mina unos siete millones y medio de frascos de mercurio (un frasco contiene 2,5 litros de mercurio, siendo su peso de 34,5 kilogramos), siendo el mineral principal el cinabrio (sulfuro de mercurio).

La mina se extiende por debajo del pueblo, alcanzando una profundidad de 700 metros, y su explotación parece que comenzó con los pueblos primitivos que utilizaban el mineral para realizar sus pinturas, aunque su explotación de manera continuada no comenzó hasta el siglo II a.C. durante la época de los romanos. Los siguientes grandes explotadores fueron los árabes, llegando a trabajar mas de 1000 mineros a 70 metros de profundidad.

Con la reconquista cristiana en el año 1151, las minas pasan a manos de la Orden de Calatrava, que las subarriendan a unos industriales catalanes que a su vez las ceden a unos comerciantes de Genova.
En 1368 las minas pasan a ser propiedad de la Hacienda Real, aunque la explotación la sigue regentando la Orden de Calatrava.

El emperador Carlos I para hacerse cargo de la corona de España tuvo que pedir dinero a los banqueros alemanes Fúcares o Függers, que a cambio del mismo se quedaron con el usufructo delas minas de Almadén.

El gran impulso para la explotación de las minas de Almadén fue el descubrimiento de América y sus minas de plata, y un mayor consumo de mercurio dado por la necesidad de amalgamar en frío la plata extraída en dichas minas de plata.
Esta necesidad de mercurio conllevó el empleo de gran número de mano de obra, lo que provocó la decisión de incorporar galeotes, esclavos condenados a remaren galeras, al trabajo de las minas.

La independencia de las colonias americanas supuso un duro golpe para la hacienda española, que hipotecó las minas, concediendo el monopolio de la extracción y venta del mercurio a varias casas comerciales, de entre las que destaca la de los Rothschild, que tuvieron la concesión entre 1835 y 1911.

La explotación de la mina continuó hasta su cierre en el año 2002, debido a la reducción del uso del mercurio por su elevada toxicidad, a pesar de disponer aun de una gran reserva de cinabrio sin extraer.
En el 2006 la mina se abrió al público para poder visitarlas, y en el 2012 fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La visita comienza por el Centro de Visitantes, donde hay un navegador que te permite realizar una visita virtual de la mina. Desde allí se pasa al Centro de Interpretación de la Minería donde hay una exposición didáctica de las técnicas mineras empleadas a lo largo de la historia en la mina de Almadén.

Castillete y sala de máquinas del pozo San Aquilino

Desde allí y tras pasar por la Lampistería (oficina de recogida de cascos y lámparas para bajar a la mina), se baja hasta la primera planta del pozo de San Teodoro, a 50 metros de profundidad, en una jaula de mina.

Castillete del pozo San Teodoro
Jaula de mina






















Una vez en la primera planta, se inicia un recorrido a pie por las galerías de una mina que fue explotada entre los siglos XVI y XVII. Durante el recorrido, de una hora de duración, se pasan por zonas de roca totalmente descubiertas, zonas con paredes metálicas y de madera, zonas con paredes revestidas de piedra y ladrillo, donde se pueden ver zonas de explotación, tornos de mano que se utilizaban para el transporte de mineral y herramientas por los pozos, entibaciones que servían para evitar el derrumbe de las paredes y los techos de las galerías, y la joya de la visita: El baritel de San Andrés, construido a mediados del siglo XVIII, que alojaba un malacate, que es un torno movido por 24 mulas que servía para desaguar el interior de la mina.


Túnel de roca
Torno de mano






















Túnel de mampostería y ladrillo

Túnel de mampostería y ladrillo

Baritel de San Andrés
Baritel de San Andrés






Baritel de San Andrés

Sala extracción de agua del pozo San Andrés

Entibaciones

Entablamiento metálico


También se puede ver una sala en la que en una hornacina está la virgen de Nuestra Señora de la Mina, que cuando la mina era explotada estuvo en la planta 19 del pozo de San Joaquín a mas de 700 metros de profundidad.

Virgen Nuestra Señora de la Mina


La salida de la mina se realiza en un tren de vagonetas, por la antigua salida de mineral por cinta transportadora.

Antigua salida de mineral por cinta transportadora
















Tren de vagonetas

Una vez en el exterior, la visita continúa por el Museo del Mercurio, que se encuentra en el antiguo Almacén de Azogue, construido en 1941, donde hay una sala dedicada a la geología y paleontología de la zona, una sala de hornos con la explicación de la evolución de los hornos de mercurio en Almadén mediante maquetas a escala y una sala con experimentos interactivos de la física y química del mercurio, mientras que el sótano está dedicado a la historia de las minas, donde se recrea cómo se transportaba el mercurio desde Almadén hasta América.

Museo del Mercurio

Detrás del Museo del Mercurio se encuentra el Horno Bustamante, construido en 1646 con ladrillos refractarios, que se utilizaba para la destilación del mercurio, y que estuvo en funcionamiento hasta 1928.

Horno Bustamante

Los trabajadores del Horno Bustamante eran los reos con condenas graves. Las consecuencias de trabajar en él eran letales, ya que se obligaba a los reos entrar a los hornos mucho antes de que el horno tuviera una temperatura visitable. Los reos tenían que acceder a sacar las ollas y salían quemados, quedándoles la piel de las manos pegados a las ollas y las suelas de los zapatos al interior del horno. El vapor era tan intenso que las orejas se les arrugaban. El humo del azoque les producían dolorosas llagas en la boca, y atacaba el sistema nervioso afectando a la memoria y la razón.
Los presos tenían a su disposición la enfermería y la botica, y cuando estaban enfermos se les atendía y recibían los cuidados oportunos, internándoles en unas saunas secas donde se les hacia sudar para expulsar el mercurio al exterior por la piel para que no pasase al torrente sanguíneo. Los enfermos se reponían, pero no se les dejaba convalecer hasta su curación, devolviéndoles enseguida a trabajar a la mina; por lo que la recaída se producía a los dos o tres días.

Frente al Museo del Mercurio se encuentra la Puerta de Carlos IV, construida en el siglo XVIII, que daba acceso al cerco de Buitrones de Almadén.

Puerta de Carlos IV

Desde aquí se retorna en minibuses eléctricos al Centro de Visitantes, finalizando la visita al Parque Minero.

Al sur de la avenida de la Libertad, que también discurre de este a oeste, se encuentran el Hospital de Mineros de San Rafael, construido en 1755 y que ha estado en servicio desde 1774 hasta 1975, y el Museo Histórico-Minero Fco. Pablo Hidalgo y Cárcel de Forzados, ambos situados en el interior de las instalaciones de la actual Escuela Universitaria Politécnica de Almadén.

Hospital de Mineros de San Rafael

Para alojaros, Almadén os ofrece varios alojamientos con encanto: El Hotel Plaza de Toros de Almadén, el Hotel Rural Casa Betancourt y el Hotel Boutique Conde de Fúcares. Optamos por este último, y creo que acertamos de pleno.

El Hotel Boutique Conde Fúcares está situado en un edificio del siglo XV construido por la Orden de los Monje Dominicos y que posteriormente fue cedido a la familia de banqueros alemanes Fúcares o Függers por parte del emperador Carlos I, para su arrendamiento entre 1521 y 1646.
El hotel dispone únicamente de cinco habitaciones decoradas en estilo rústico, todas ellas completamente diferentes y con un nombre propio, una terraza jardín y numerosos rincones acogedores donde disfrutar de un ambiente tranquilo, ofreciéndote un desayuno exquisito con productos de repostería casera, y un trato excelente por parte del dueño, José Antonio, que te cuenta con detalle la historia de la casa, de las minas y de Almadén.

Hotel Boutique Conde de Fúcares.
Encima de la puerta está el escudo de
la Inquisición
Hotel Boutique Conde de Fúcares.
Habitación Condes Fúcares

Hotel Boutique Conde de Fúcares.
Habitación Condes Fúcares

Hotel Boutique Conde de Fúcares. Habitación Condes Fúcares

Hotel Boutique Conde de Fúcares. Habitación Cervantes

Hotel Boutique Conde de Fúcares. Salón comedor

Hotel Boutique Conde de Fúcares.
Biblioteca-sala de estar
Hotel Boutique Conde de Fúcares.
Biblioteca-sala de estar










Hotel Boutique Conde de Fúcares

Hotel Boutique Conde de Fúcares. Terraza jardín

Desde la terraza se ven los restos del Castillo de Retamar, fortaleza árabe del siglo XII, reforzada y ampliada en el siglo XV por la Orden de Calatrava.

Restos Castillo de Retamar

Espero que os haya gustado el recorrido que hemos hecho por Almadén, y que os haya incitado a visitarlo. ¡Os seguro que la experiencia de bajar a la mina durante un rato, merece la pena!.
¡Hasta la próxima!.

5 comentarios:

  1. Sin duda una visita que no hay que dejar de hacer. El hotel tiene mucho encanto.

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  2. Felix me encanto toda la información y las fotografias de nuestra tierra , gracias

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  3. Excelente trabajo. Me ha gustado mucho. Saludos

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  4. No recomiendo la estancia en el hotel conde fúcares, el gerente José Antonio nos amargó la estancia. El matrimonio súper desagradable.

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  5. Bonito trabajo. Un saludo.

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